Si buscas cultivar tus propios alimentos como tomates, pepinos, pimientos, lechugas, etc. en tu jardín, gracias a un invernadero, podrás conseguir una calidad inigualable en el menor tiempo posible. Un invernadero protege a nuestras plantas de los cambios bruscos del clima, acelera su crecimiento sin perder propiedades, podrás cultivar hortalizas y frutos fuera de temporada y por supuesto controlarás mucho mejor las plagas de insectos que puedan fastidiar tu cultivo.

Si quieres proteger tus plantas de tu invernadero o jardín, la mejor opción es comprar el mejor herbicida para plantas del mercado.
Invernaderos: información y consejos de uso
Los invernaderos son estructuras que permiten cultivar plantas y verduras a cubierto. Crean un microclima que puede ser hasta 5ºC más cálido que el exterior.
Ventajas:
El uso de invernaderos es muy práctico:
- Fructificación más temprana
- Mayores rendimientos
- Posibilidad de producir fuera de temporada
- Control de insectos y enfermedades
Tipos de invernaderos
Hay muchos tipos de invernaderos de diferentes tamaños que pueden adaptarse a cualquier espacio. Según su forma y estructura, hay:
- De tipo plano o parral: especialmente diseñado para zonas de baja pluviometría.
- Con capilla: Su tejado forma uno o dos planos inclinados (uno o dos tejados inclinados).
- Túnel o medio cilindro: que distribuye muy bien la luz.
También hay invernaderos con suelo y otros sin suelo, que se apoyan directamente en la tierra. Algunos invernaderos son verticales y utilizan estantes incorporados o colocados sobre las estanterías. Algunos modelos son fijos, otros son móviles, lo que nos permite instalarlos en nuestro jardín en cualquier época del año.
Para elegir el mejor modelo de invernadero para nosotros, debemos tener en cuenta, entre otras cosas, el espacio del que disponemos, el tipo de suelo y el clima de nuestra región, especialmente el viento.